jueves, 17 de marzo de 2011

Cuando ayudamos y no somos felices

El Dr. Stephen B. Karpman, en abril de 1968, escribió lo que él llamo “Análisis del Libreto Dramático” que lleva grabado la gente. Este consiste básicamente en tres roles psicosociales que juega la gente. Son El Salvador, La Victima y el Perseguidor, formando un triangulo que considero que es realmente trágico, ya que el final de cada uno de estos roles frecuentemente se sienten frustrados, enojados y amargados, amargándoles la existencia a los demás.

Casi todas las personas “juegan” (o desarrollan), alguno de estos roles en forma estereotipada principalmente, aunque por otra parte, existen personas que juegan los tres papeles en forma indistinta según el momento social, intercambiándose de un papel hacia otro, dificultando totalmente la comunicación derecha, es decir, honesta, donde todo se vuelve un galimatías.


La Victima: Generalmente se siente que la tratan mal, piensa que todos abusan de “su nobleza”, se percibe incapaz. Muchas de las veces “se hace” o finge ser victima, es decir “se tira al suelo para que otro la levante”. Sus frases típicas son, “eso yo no puedo”, “yo no soy bueno para eso”, “hazme tu esto, tú eres bueno en eso”, “me resulta imposible”, “quisiera morirme de la pena” o “todo yo, solo yo, nomás a mí, me exigen, piden, obligan etc.”.

Su sentimiento crónico es de tristeza; puede meterse horas en su recamara, “tristeando”, “rumiando sus situaciones miserables o penosas”, puede quedarse hundida en un sillón o en la cama viendo la tele por tiempo indefinido. Sus pláticas van siempre pintadas de pesimismo, de quejas y melancolía. (Si quieres abundar mas sobre este rol puedes buscar el libro “De Victima a Triunfador” de Victor Ramírez Mota.

El Salvador: Es un rol que juega la gente mucho menos que el anterior, pero que también se da dentro de las familias y lo podemos encontrar en la escuela y en la y en la oficina. Es aquella persona que trata de ayudar, auxiliar, apoyar en todo a las demás personas que siente que lo necesitan; Les aconseja aunque no le hayan pedido ningún consejo. Sus frases típicas son: “yo sé, déjame hacerlo por ti”, “yo sé lo que sientes con todo esto…” hazlo así, de lo digo por tu bien” y cosas por el estilo. El problema mayor con este rol es que la persona se siente mucho si no siguen su consejo o no le hacen caso en lo que recomienda.

El sentimiento crónico de el Salvador es el resentimiento y siempre van impregnados todos sus consejos y comentarios de una sensación de omnipotencia, como si pudiera o supiera todo. Su ayuda no es tan desinteresada, ni altruista, siempre van en el sentido de obtener mayor reconocimiento, elogios, premios en caricias a su ego, y si no llegan entonces se resiente aun más. No es tan genuino su deseo de ayuda. La persona que desea ayudar en forma desinteresada es un filantrópico o lo hace en forma anónima y desinteresada.

Puede dirigirse a instituciones que se dedican a ayudar a los verdaderamente necesitados e impedidos.

La persona que ha jugado el rol de Salvador te vas a dar cuenta cuando no le haces caso y te dice “ya vez te lo dije…”, “por eso deberías de hacerme caso”. Con esto te das cuenta que esta buscando tu reconocimiento, tu elogio a su sapiencia. (Si quieres abundar mas sobre este rol consulta el libro “Cuando Ayudarte Significa Hacerme Daño”, de Carmen Renee Berry. Es típico de estas personas Rescatadoras que las busquen por su gran disposición para ayudar y dedicar tiempo a los demás, aunque muchas veces descuida a su familia; tiene que trabajar horas extras para sacar su trabajo por darle mayor importancia a los otros. Hay diferentes tipos de Salvadores, así como Victimas. En ocasiones parecen complementarse pero para “invadirse, obstruir su crecimiento o absorber su yo”.

El Perseguidor: Es un rol que juega la gente en mayor cantidad que el Salvador, son personas muy rígidas y estrictas en cuanto a la justicia y sus propias creencias. Tienen un sistema de creencias demasiado rígidas, aunque fallan al aplicárselas a sí mismos.

Los perseguidores, pueden ser muy agresivos verbalmente y hasta violentos. Son personas muy insistentes y hasta moralistas, Generalmente están señalando los errores de los demás con su índice, son los que le toman el tiempo al que toma la palabra, ala pareja en cuanto tiempo tarda de su trabajo a su casa, (puede ser el hombre o la mujer). Sus frases preferidas son: “deberías de llegar mas temprano”, “tienes que hacer esto en casa y luego aquello” “debes de enseñarme, platicarme, decirme todo lo que te pase” “nunca debes de esconder, omitir o mentirme, por que te va peor”, en fin siempre están hostigando, presionando, amenazando, chantajeando, estos son estilos y formas diferentes de un mismo rol psicosocial trágico, por que finalmente en sus relaciones resulta un perdedor frustrado. Su sentimiento crónico negativo es el coraje, la ira y la inseguridad. Se puede enfermar de hipertensión arterial, y caer en trastornos de tipo obsesivo compulsivo y en la juventud en otra enfermedad mental más grave. Son de las personas que siguen a su pareja para ver a donde va, tiene sus dudas sobre fidelidad o son esas personas que están llame y llame insistentemente a su pareja para ver donde se encuentra, y con quien esta y no para decirle que le ama.


COMO CAMBIAR ESTOS COMPORTAMIENTOS

1. Aceptar que tu estas jugando constantemente o frecuentemente alguno de estos roles con tu pareja, en tus relaciones interpersonales o contigo mismo. Esto ultimo quiere decir que puedes cambiar de un rol a otro y lo pues hacer para reprocharte a ti mismo en forma rabiosa algún comportamiento.
2. Necesitas decidirte a cambiar, por que estas convencido que no te esta resultando beneficioso esta conducta.
3. Requieres aprender a comunicar fuera de los juegos

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